Paperback – 472 paginas

Mi historia se entrelaza con la de una multitud de personajes bastante complejos y pertenecientes a todos los mbitos, cuento con mucha informacin que le servir para completar sus investigaciones. Temo por mi vida. No s cul sea mi destino, mi vida est en manos de Dios, pero debo descargar toda la informacin que he acumulado antes de que algo me pase. – Celeste V.

Tras publicar Emma y las otras seoras del narco y convocar a romper el pacto de impunidad dentro de los crteles de la droga, Anabel Hernndez recibi un inquietante mensaje. Mujeres y hombres respondieron al llamado, revelando los secretos del mundo en el que han vivido. Es as como Celeste, quien durante ms de una dcada fue pareja sentimental de Arturo Beltrn Leyva, se convierte en la gua de un viaje por el infierno donde ella vivi y conoci a los jefes de la droga ms temidos de los ltimos tiempos.

Por medio de un testimonio descarnado y sin censura, el lector sube a una montaa rusa y hace un recorrido por el inframundo del narcotrfico. En diversas partes del trayecto, junto con los jefes de la droga, aparecen funcionarios pblicos, empresarios y polticos en reuniones, llamadas telefnicas y grabaciones. En otros tramos, se ve caminar con tacones altos a decenas de mujeres cuya presencia motiva y perpeta la maquinaria criminal. Celeste no solo abunda en detalles sobre las famosas Ninel Conde y Galilea Montijo y su vnculo con Arturo Beltrn Leyva, sino que revela la interaccin de otras famosas como Mariana Ros, Dorismar, Betty Monroe, Karla Luna, Karla Panini, Patricia Navidad o la socialit Violeta Vizcarra, una de las encargadas de enganchar a las famosas para llevarlas ante el lder de los Beltrn Leyva.

En el ltimo tramo, la autora explora infiernos paralelos al de Celeste, incluyendo el propio. Asiste al juicio contra Genaro Garca Luna en Nueva York, donde se encuentra con su esposa Linda Cristina Pereyra. Y, finalmente, se adentra en los ncleos familiares de los Chapitos, cuyo momento criminal est en auge.

El infierno en el que ellas aman es el mismo que nos consume como sociedad y nacin. Es a travs de las seoras del narco y su interaccin con los jefes de la droga que puede derribarse la barrera y no solo conocer los perfiles criminales, sino la psique de quienes comandan.